¿Qué podía fallar en un videojuego de lucha 2D, protagonizado por Shaquille O Neal?
Pues casi todo.
Dificultad muy baja.
Nivel de detalle en escenarios y personajes alto, pero los personajes son pequeños...
Música mediocre.
Hit boxes muy mal programados.
Etc.
¡Y tuvo hace poco una nueva entrega para videoconsolas actuales!